domingo, 1 de junio de 2014

Esa aplicación llamada iTunes

La importación de los CD de audio de los métodos que usamos en clase era uno de los objetivos prioritarios que nos marcamos al empezar el grupo de trabajo. Los libros con los que se trabaja en el aula de idiomas vienen provistos de todas las audiciones necesarias para llevar a cabo las distintas actividades, pero eso implica llevar los CD de audio siempre encima y, lo que es peor, el aparato para poder reproducirlos. Total, que entre los libros, el estuche, el porta CD, el caseette, el iPad, las llaves y algún que otro cacharro más, a veces parece que vayamos a la guerra en lugar de a clase. Eso sin contar con los equilibrios que hay que hacer por las escaleras para que no se te caiga todo al suelo mientras vas esquivando a los alumnos. Toda una hazaña llegar al aula a tiempo, de una pieza y con todo listo para empezar.
Como mis brazos y mi espalda hace ya tiempo que me pidieron una tregua, se me ocurrió que una propuesta interesante a tratar en el grupo podía ser el pasar los audios al iPad y luego usar éste como reproductor. Pero, ay amigo, eso implicaba verselas con el iTunes. 


Mira que trabajar con Apple es fácil. Mira que las aplicaciones son sencillas de manejar y, sobre todo muy intuitivas. Mira...... mira que el iTunes no hay quien lo entienda. Para empezar hay que tener un máster o semejante para entender la mecánica de convertir el CD de audio al formato adecuado. Vamos, que hay que digitalizarlo para que almacene en la biblioteca. Una vez hecho esto, ya forma parte de una lista de reproducción, la cual podremos pasar del ordenador al iPad arrastrandola con el ratón. Hasta aquí, más o menos bien. El problema viene cuando por el camino se te pierden archivos, o los pasa en el orden que le da la gana. Eso sin contar que son audios que desconoce. Cuando es un CD comercial, iTunes se conecta a la red y busca la carátula original, a la vez que incluye datos como título del disco, autor o nombre de las pistas. Pero como los cd que pretendemos pasar son didácticos y no los encuentra, hay que editar los datos y meterle a mano toda esa información. En algún momento del proceso que desconocemos, la aplicación empieza a trabajar de manera autónoma y coloca los cd en el orden que quiere, borra lo anterior cuando le pasas otro nuevo etc. Vamos, que es muy útil tener todo esto en el iPad pero que requiere de mucho trabajo y paciencia, porque cuando te empiezan a pasar estas cosas es un poco desesperante.  

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